Descripción
Desde que Jung -en Símbolos de transformación– hizo referencia a los arquetipos como organizadores de la psique humana, mucho se ha discutido alrededor del tema. Hoy en día, existe una visión de la psicología junguiana alrededor de los mismos -la Psicología arquetipal, fundada por López-Pedraza, Hillman, Berry y Guggenbūhl-Craig-, además de propuestas de amplificación y aplicación práctica del concepto como las aportadas por Joseph Campbell y Carol Pearson, entre otros.
A pesar de que –de manera potencial- todos compartimos los mismos arquetipos, cada uno de nosotros tiene una “mezcla” arquetipal entrelazada con nuestra esencia individual que determina nuestra naturaleza arquetipal. La misma está escondida y, a veces, atrapada en medio de nuestros sistemas de creencias y complejos que interfieren con su expresión y desarrollo.
Nuestro bienestar está vinculado con el logro de la máxima expresión de esa naturaleza, y de que las personas con las que convivimos, las actividades que realizamos y las condiciones de nuestro entorno estén alineadas y sean congruentes con la misma. Para ello, necesitamos desarrollar una conciencia arquetipal que nos permita diferenciar e identificar los patrones que le pertenecen, enmarcados en las dinámicas y coprotagonistas de nuestro proceso de vida.