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Por Olivia del Castillo

Con gran tristeza escribo estas palabras en recuerdo de Angela Connolly que nos ha dejado a la edad de 72 años. Angela era una persona entrañable y cercana. La encontré en muchas ocasiones en que asistí a nivel individual a los congresos y conferencias de la internacionales de la IAAP y también como representante de una SEPA que acababa de nacer a una nueva vida. Con la sensación de haber estado en España en cierto modo aislados y alejados del mundo de la IAAP, Angela me hizo sentir como si fuéramos familia o amigas desde siempre. Tenía la habilidad de hacerme creer que nos estábamos comunicando incluso cuando hablaba en su lengua escocesa; afortunadamente, ella podía pasar al italiano rápidamente y yo daba un respiro de alivio y satisfacción. Angela había nacido en Glasgow donde estudió Medicina y se especializó en Psiquiatría en la Universidad La Sapienza de Roma, más tarde se formó como analista junguiana en el instituto de Roma de la CIPA. Fue una de las analistas que transitaba habitualmente por el puente roto del psicoanálisis tras la ruptura de Freud y Jung y que muchos post-junguianos han reconstruido.

Hizo muchas cosas, lo más importante, casarse con Fabrizio, un periodista romano con el que tuvo un hermoso hijo de cabello rizado y pelirrojo, como ella, del que en cierta ocasión me envió una foto. Fabrizio trabajó como corresponsal extranjero en Moscú, la familia se mudó a Rusia y Angela estudió el idioma. Pronto se implicó activamente en la promoción de la formación analítica en Moscú. Pero además dio formación durante muchos años en Italia y trabajó intensamente en el desarrollo de la psicología analítica en China. Fue editora del Journal of Analytical Psychology y escribió numerosos artículos como: To speak in tonges: languajes, diversity and psycoanálisis, Psychoanalityc theory in times of terror, Out of the body: embodiment and its vicisitudes, Through the Iron Curtain: analytical space in post‐Soviet Russia. Bridging the reductive and the synthetic: some reflections on the clinical implications of synchronicity y tantos otros. Fue miembro del Comité Ejecutivo de la IAAP y Secretaria Honoraria del presidente de la IAAP Joe Cambray y, finalmente, fue Vicepresidenta de la IAAP.

Para su candidatura como Vicepresidenta de la IAAP escribió un texto que me pidió que tradujera al idioma español, una muestra de su confianza que recuerdo con mucho cariño. Decía…

“…mi experiencia en la IAAP ha supuesto para mí una oportunidad única para conocer nuestra amplia comunidad mundial y ser más consciente de su riqueza intelectual, de su capacidad para comprometerse con la diversidad cultural y de la validez clínica de nuestro movimiento junguiano. Estas experiencias, sin embargo, también me han ayudado a ser más consciente de las dificultades a las que nos enfrentamos en nuestra vida profesional. La crisis económica global, el desafío que plantea el aumento de terapias breves a corto plazo y el intento, por parte de los gobiernos, de ejercer un control cada vez mayor sobre nuestra profesión, ha hecho que muchos de nuestros miembros sientan que la identidad analítica está empezando a verse amenazada. Entre otras razones, lo que me lleva a presentar mi candidatura como Vicepresidenta es el convencimiento de que hemos de ser más activos a la hora de transmitir el valor de nuestra profesión, tanto en el ámbito académico como en el político, a fin de ejercer una mayor influencia en las decisiones que afectan a nuestra comunidad. También soy muy consciente de que tenemos que abrir nuevos canales de comunicación con los miembros de la IAAP, para que se comprendan mejor cuáles son las preocupaciones de la sociedad junguiana en las diversas regiones del mundo.

Creo que mis experiencias de vida me han ayudado a desarrollar la flexibilidad y el pragmatismo fundamentales para llevar adelante nuestro sueño junguiano”.

Angela Connolly

Angela pasó sus últimos días en el norte de Italia, cerca de su casa en las montañas, murió en el hospital el pasado 8 de abril. A su esposo y a su hijo se les permitió estar con ella durante las últimas horas.

En palabras de Joe Cambray: “Su fallecimiento es una gran pérdida para la comunidad junguiana mundial; hemos perdido un alma creativa incomparable entre nosotros. Sin embargo, el espíritu vital de Angela sigue vivo, atravesando el tejido de sus muchas contribuciones. Ella deja un legado de muchas capas que seguirá haciéndose eco en nuestra comunidad a medida que se transmite en silencio a las generaciones futuras en la tradición junguiana.”

Descansa en paz, querida Angela.